domingo, 14 de marzo de 2010

MELCHOR OCAMPO

Denominación

Melchor Ocampo

Toponimia

Durante mucho tiempo se le conoció como San Miguel Tlaxomulco, nombre con el que se erige en municipalidad el 24 de octubre de 1854. El 12 de octubre de 1894 el Congreso Local decretó que la municipalidad de San Miguel Tlaxomulco, del distrito de Cuautitlán, se denominará en lo sucesivo, municipalidad de Ocampo. Actualmente por decreto número 18 de la XXVI Legislatura Local del Estado Libre y Soberano del Estado de México y en honor del filósofo de la Reforma a partir del 27 de noviembre de 1917, se le denomina Melchor Ocampo.

Tlaxomulco, vocablo náhuatl que se compone de: tlalli “tierra”, xomulli “rincón” y co de coatic “color amarillo”, terminación locativa que significa “en, lugar o dentro”. Literalmente quiere decir “En el rincón de la tierra”.


HISTORIA

Reseña Histórica

El municipio de Melchor Ocampo está situado al norte de los cinco lagos que conformaban el Anáhuac; ahora valle de México, en las laderas norte y poniente de un lomerio antes llamado Zoltepec “Cerro de las codornices” y que era un islote rodeado por las aguas del lago de Xaltocan “Lugar de arañas de arena, ocupando también al norte y poniente, parte del valle que circunda el lomerio antes citado.

Lo que hace que en estos sitios fuera determinante la influencia de todas las grandes culturas que han florecido en la actual República Mexicana, principalmente la de los olmecas, los toltecas y los teotihuacanos, primeros pobladores de estos lugares y de quienes somos herederos directos.

Hacia la tercera década del siglo VII se lleva a cabo el primer movimiento migratorio de uno de los grupos nómadas del norte, arribando a estas tierras en el año macuilli acatl, 5 caña, 691 d. C., por Macuexhuacan y Huehuetocan; estos chichimecas que se autodenominan cuauhtitlanenses vienen de Chicomoztoc “En las siete cuevas”, situado en la Hueyi Culhuacan “Gran lugar de los abuelos”, al llegar no se establecen en ningún lugar específico y se mantienen vagando por toda la sierra de Tehuiloyucan hoy Teoloyucan, por el norte del lago de Zumpango, los lomeríos donde actualmente se asienta el municipio de Cuautitlán Izcalli y por toda la sierra de Tepotzotlán, padeciendo muchos trabajos y penurias por más de 300 años hasta que llegan a un lugar llamado Huehuecuauhtitlan ahora Cuautitlán donde se establecen y dan principio a su señorío.

En los inicios del siglo XII arriba al Anáhuac otro grupo chichimeca con Tecuanitzin Xolotl como guía, a su paso por estas tierras un pequeño grupo se queda en Xaltocan estableciéndose finalmente en Tenayucan.

Más tarde llegan los acolhuas al mismo lugar y piden permiso a Xolotl para unirse a su pueblo, poniendo a su disposición todos sus conocimientos científicos y tecnológicos. Vienen al frente de este grupo tres jóvenes hermanos: Acolhuatzin, Chiconcuauhtli y Tzontecomatl, provenientes de Teoacolhuacan “Lugar donde se guarda la esencia, la sabiduría de sus abuelos” situado un poco más al norte de Aztlán o Chicomoztoc, en ese lugar se hablaba el náhuatl puro o clásico y se había alcanzado un alto grado de cultura y civilización.

Xolotl se alía con los acolhuas, casando a su hija Cuetlaxochitlco Acolhuatzin, a la segunda de sus hijas, Cihuaxochitl con Chiconcuauhtli y al tercero de ellos con Coatetl, hija de una noble familia de Chalco. Adopta el nombre y la cultura de los acolhuas y al fundar la ciudad de Tetzcoco la declara sede de la Hueyi Tlatocayotl Acolhuacah “Gran señorío de los acolhuas”.

Consumados los matrimonios, Xolotl coloca a Acolhuatzin como señor de Azcapotzalco, a Tzontecomatl en Coatlinchan y a Chiconcuauhtli lo envía a estas tierras como señor de Xaltocan.

En los tiempos de Chiconcuauhtli, el señorío de Xaltocan llegó a ser uno de los más extensos, su influencia por el norte llegaba más allá de Tollan; ahora Tula, ya entonces poblado por nahuas ahora llamados otomíes, debido a que Chiconcuauhtli cuyo grado militar era precisamente el de otomitl, a todos los habitantes de su señorío se les conoció con ese nombre genérico otomitin: otomíes u otomites. Los acolhua conocían la tecnología para fundir los metales preciosos y la fabricación de piedras finas, conocimiento que fue difundido en todo el señorío, lo que hacía de los xaltocancas, incluidos los de Zoltepec ahora Tlaxomulco: gente de industria, eran magníficos escultores y alfareros, trabajaban el itztli, obsidiana, con el que elaboran diversos artículos como cuchillos y escultores, que también hacían de piedras, barro y madera.


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